Dee Roberts es una madre soltera afroamericana de 24 años que vive en una pequeña comunidad de Texas donde se le hace difícil estirar su sueldo. Cuando la policía la arresta durante una redada de drogas ella insiste en su inocencia. Pese a que no tiene ficha policíaca de drogas ni la han encontrado en posesión de drogas la recomendación que le hacen es infernal: puede declararse culpable y regresar a su casa procesada como criminal convicto o puede permanecer encarcelada y luchar contra los cargos lo que implica que arriesgaría perder la custodia de sus hijos y terminar encarcelada cumpliendo una larga sentencia. Ella escoge enfrentar la batalla contra el procurador del estado de Texas y el sistema criminal inflexible que representa. Con la ayuda del abogado de la ACLU (Unión americana de libertades civiles) y antiguo oficial de narcóticos de esa comunidad, Dee arriesga todo en esta batalla que cambiara su vida y el sistema de justicia de Texas.
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